¿Llevas una Mala Postura Corporal?
Todos sabemos que la postura corporal no sólo indica apariencia física sino también, habla de nuestra salud, pero para que tengamos en cuenta cuánto puede incidir una mala postura en nuestro cuerpo, te contamos las consecuencias más importantes de llevar una Mala Postura Corporal:
Más riesgo de lesiones: con una Mala Postura Corporal tendrás más riesgo de sufrir lesiones en diferentes partes del cuerpo, porque al ejercitarte, puedes sobrecargar zonas indeseadas al posicionarte de mala manera, que tarde o temprano pueden acabar lesionadas.
Vientre abultado: con una postura corporal en donde la columna se encuentra encorvada, tendrás más probabilidades de debilitar los músculos del abdomen y así, de tener un vientre abultado o lo que habitualmente llamamos barriga.
Más dolores: una mala postura en la cual estamos encorvados, ejerce presión sobre nuestra espalda y sobre el cuello pudiendo acentuar los dolores en estas zonas del cuerpo.
Mala apariencia: una Mala Postura Corporal puede ser responsable de una imagen deteriorada, en la cual aparentas más años de edad y más peso corporal.
Como podemos ver, las consecuencias de tener una Mala Postura Corporal son variadas y nos afectan tanto por dentro como por fuera, por ello, no dudes en fortalecer músculos posturales y enderezar tu columna siempre que sea posible para lucir y sentirte mucho mejor.
¿Cómo corregir la Mala Postura en el día a día?
Para mejorar tu postura corporal, a continuación, compartimos algunas recomendaciones clave:
Posición sentado: La espalda erguida, los hombros hacia atrás y abajo, y las plantas de los pies apoyadas en el suelo. Evita cruzar las piernas, ya que puede alterar la circulación y provocar piernas hinchadas, más cansadas y con várices. Además, podría acabar generando escoliosis a largo plazo. Procura levantarte y caminar periódicamente.
Posición de pie: Erguido, el pecho arriba y el abdomen contraído, ya que los músculos abdominales son los que ayudan a estabilizar el cuerpo. Asegurar que el peso del cuerpo quede bien repartido en ambas piernas, y que los brazos cuelguen naturalmente.
Al caminar: Mantener la cabeza arriba y el cuello erguido y evita mirar al suelo, ya que puede provocar dolor cervical. Usar zapatos cómodos, de tacón bajo.
La pisada: La forma correcta de pisar es primero con el talón del pie y luego con la punta.
Al correr: Los codos flexionados en ángulo recto para que el movimiento de los brazos acompañe a las piernas. Evitar el impacto que se produce al pisar sobre el talón.
Posición al dormir: Para dormir bien y evitar dolencias es mejor dormir de lado y con las piernas encogidas, ya que mantiene la columna vertebral en una posición adecuada. Además, podríamos contribuir a reducir los molestos ronquidos.
Fisioterapia: ¿Cómo ayuda a mejorar la Mala Postura?
Se recomienda acudir a un fisioterapeuta cuando se presenta dolor de espalda, hombros, cuello o dolor de cabeza tensional, principalmente si tienes alguna desviación de la columna que cause una mala postura.
Las principales alteraciones de la postura son la Hipercifosis, Hiperlordosis y la Escoliosis. Todas estas situaciones necesitan corregirse cuanto antes para evitar dolor de espalda y dolor de cabeza, además de prevenir otras situaciones más graves como la hernia de disco y el compromiso del nervio ciático.
Para conseguir corregir la Mala Postura puede ser necesario realizar un tratamiento específico orientado por tu fisioterapeuta, a través de la fisioterapia avanzada que implica ejercicios estáticos.
Pero antes de iniciar el tratamiento es necesario realizar una evaluación minuciosa de la postura para saber cuáles son las desviaciones que la persona posee, y poder orientar una serie de ejercicios personalizados tanto de estiramiento como de fortalecimiento muscular adaptados a las necesidades de cada persona.