Hernia Discal: Causas y factores de riesgo
La Hernia Discal es una patología degenerativa en los discos de la columna vertebral que, en la mayoría de los casos, se produce a causa de la edad, relacionada con el envejecimiento natural de la columna. Otras causas y factores causantes pueden ser:
Género: Los hombres entre 30 y 50 años tienen más probabilidad de tener una Hernia Discal.
Cargar peso de forma inadecuada: El uso de los músculos de la espalda para levantar objetos pesados, en vez de las piernas, puede causar una Hernia Discal.
Sobrepeso: El sobrepeso agrega presión a los discos de la zona lumbar.
Actividades repetitivas que sobrecargan la columna: Muchos trabajos son físicamente demandantes y requieren estirarse, curvarse, arquearse o retorcerse de forma constante.
Conducir vehículos con frecuencia: Permanecer sentado durante períodos largos, sumado a la vibración del motor del automóvil, pueden agregar presión a la columna y discos.
Estilo de vida sedentario: El ejercicio regular es importante para la prevención de muchas condiciones médicas, incluyendo una Hernia Discal.
Tabaquismo: Se cree que fumar disminuye el aporte de oxígeno al disco y causa degeneración más rápida.
Cuidados para la Hernia Discal en el día a día
Las personas que tiene una Hernia Discal necesitan tener algunos cuidados que pueden ayudar al alivio del dolor, como:
Evitar quedarse más de 2 horas sentado o acostado, siempre que no sea durante el sueño.
Dormir en una posición correcta para la columna.
Al agacharse para recoger algo del suelo, siempre doblar las piernas en lugar de doblar el cuerpo hacia adelante.
Mantenerse en movimiento para disminuir la rigidez de la columna, por ejemplo, caminando o andar en bicicleta
Elegir un colchón firme que tenga buen apoyo para la columna y evitar sentarse en sofás y sillas muy suaves y bajas.
Alimentos antiinflamatorios, como el jengibre y el salmón, son los más indicados siempre que tenga una crisis de dolor en la columna.
Los ejercicios ideales para este caso son los que no suponen un alto impacto en la zona de las vértebras, por lo que deportes como la natación, los ejercicios aeróbicos de baja intensidad, los estiramientos, el yoga y el Pilates son los más indicados.
Pero debes tener presente que estos ejercicios siempre es mejor que los realices bajo la supervisión de un especialista para que evites algunos movimientos que puedan perjudicarte y empeorar la hernia que padeces.
Beneficios de la Fisioterapia para la Hernia Discal
Una de las recomendaciones más habituales es acudir a la Fisioterapia. El fisioterapeuta realizará una evaluación en profundidad, diseñando un programa específico para cada paciente, en función del problema, los factores que contribuyeron a su desarrollo, el comportamiento de sus síntomas y los déficits funcionales que han ocurrido.
El tratamiento fisioterapéutico para la Hernia Discal tiene como beneficios:
Alivio del dolor de espalda y el dolor irradiado hacia los brazos o las piernas.
Aumento de la amplitud de los movimientos.
Mayor resistencia física.
Evitar la cirugía en la columna.
Disminuir la ingesta de medicamentos para controlar el dolor.
Hay muchas opciones para el tratamiento de fisioterapia para hernias discales. Lo más importante es que te asegures de contar con una evaluación integral realizada por tu fisioterapeuta y así poder dar solución a ese dolor que afecta tanto a tu calidad de vida.