Las lesiones musculares generalmente son dolorosas y están causadas por un excesivo esfuerzo durante la práctica deportiva, pero pueden presentarse en nuestras actividades diarias.
Las lesiones musculares generalmente son dolorosas y están causadas por un excesivo esfuerzo durante la práctica deportiva, pero pueden presentarse en nuestras actividades diarias.
Las lesiones musculares generalmente son dolorosas y están causadas por un excesivo esfuerzo durante la práctica deportiva, pero pueden presentarse en nuestras actividades diarias. La estructura del músculo está formada por la parte carnosa y la parte tendinosa, y es comparable a la de una cuerda y sus fibras. Las lesiones musculares pueden producirse en todas las fibras o en parte de ellas.
Las lesiones musculares se puede clasificar por grados según la cantidad de fibras afectadas:
Primer grado: Se caracteriza por la presencia de dolor solamente en la fase de contracción del músculo. Dura aproximadamente una semana y no necesita ningún tratamiento.
Segundo grado: Afecta solo a algunas fibras y se caracteriza por la aparición de un hematoma y la presencia de dolor que aumenta progresivamente cada día.
Tercer grado: es la condición más grave ya que presenta la ruptura de todas las fibras musculares. Esta etapa se caracteriza por síntomas de impotencia, dolor agudo y hematoma. Es conveniente acudir a un especialista y aplicar terapia física.
Sea cual fuera el caso, no hay que olvidar que los movimientos bruscos, el sobreesfuerzo y la poca preparación al hacer ejercicio son algunas de las causas más frecuentes que pueden generar una lesión. Sin bien el cuerpo está diseñado para el movimiento, es importante que se realice de forma adecuada para evitar que los tejidos se resientan por debilidad.
Las lesiones musculares pueden tener causas directas o indirectas:
Causas directas: Comúnmente las lesiones musculares están causadas por fuerzas externas como cargas pesadas, movimientos repetitivos, golpes, lesiones no cicatrizadas, posturas incorrectas, o condiciones climáticas.
Causas indirectas: Cuando la lesión se debe a factores internos como la mala alimentación, la falta de calentamiento o estiramiento, o la fatiga muscular.
Según la gravedad, las lesiones musculares pueden presentar los siguientes síntomas:
Hinchazón y quemazón
Hematomas, edema y enrojecimiento
Dolor en reposo del músculo afectado
Dolor del músculo durante su utilización
Debilidad
Dificultad motora o pérdida parcial y/o total de la función del músculo afectado
Depresión del músculo lesionado
Fiebre
Quizá pienses que las lesiones musculares son una dolencia propia de los deportistas, pero no es así. Un brusco tropezón o el sedentarismo pueden producir dolorosas lesiones o desgarros. Estas son algunas sugerencias te pueden servir para evitarlos:
Practica ejercicios regularmente:
Los músculos se vuelven vulnerables si no se ejercitan, por eso ten la costumbre de ejercitarte en casa durante la semana.
Realiza calentamiento:
Es fundamental preparar al cuerpo para evitar lesiones. El objetivo antes de realizar ejercicio físico es mejorar la dinámica muscular y prepararnos para el esfuerzo posterior.
Dale importancia a la hidratación y alimentación:
Toma suficiente agua y no saltes tus horarios de alimentación. La flexibilidad de los músculos depende en buena medida de como los nutras.
Consulta con tu fisioterapeuta
Ante cualquier molestia o duda debes consultar con tu fisioterapeuta de una posible lesión o como evitarlas y así continuar con tus actividades con normalidad.