Los hombros son especialmente propensos a las lesiones, torceduras y esguinces, y a la rigidez dolorosa. Las características del dolor de hombro varían según la causa del problema y se pueden sentir de distintas maneras.
Los hombros son especialmente propensos a las lesiones, torceduras y esguinces, y a la rigidez dolorosa. Las características del dolor de hombro varían según la causa del problema y se pueden sentir de distintas maneras.
Los hombros son especialmente propensos a las lesiones, torceduras y esguinces, y a la rigidez dolorosa. Las características del dolor de hombro varían según la causa del problema y se pueden sentir de distintas maneras
Al ser una articulación tan compleja, tan funcional y con tanta movilidad, está expuesta a padecer más lesiones por traumatismos directos de desgaste o por inflamación de los tendones por el sobreuso o mal uso de la articulación.
El dolor de hombro puede ser un dolor referido desde la columna cervical o también por un problema cardiaco. Por eso es muy importante buscar siempre el origen de la dolencia, ya que a veces un dolor que podemos pensar que es una tendinitis puede ser un dolor referido por una causa cardiaca.
Los hombros proporcionan la flexibilidad para levantar y mover los brazos con libertad. Por lo tanto, cuando duelen, puede que te cueste realizar actividades diarias, como peinarte y vestirte. Si te duelen los hombros, también te resultará molesto practicar algún deporte, levantar cajas pesadas o levantar los brazos por encima de la cabeza.
Hay muchos motivos por los que puede que te duela el hombro, por ejemplo:
Bursitis, tendinitis y desgarros
El dolor de hombro puede estar causado por bursitis, una inflamación de los amortiguadores, entre los huesos y los tejidos blandos o la tendinitis que es un desgaste que se produce lentamente con el tiempo. El dolor puede aparecer cuando un tendón se desagarra por una lesión o sobrecarga prolongada; se hace más común a medida que envejecemos, ya que los tendones se debilitan con la edad.
Enfermedades dolorosas del hombro
El síndrome de compresión del hombro, los tendones del músculo quedan atrapados y rozan repetidamente contra el hueso superior causando dolor. Algunas personas también sufren el “hombro congelado”, una dolorosa rigidez que se produce cuando el tejido flexible que rodea la articulación del hombro se inflama.
El dolor es un síntoma, una alerta que nos avisa de que algo en nuestro cuerpo no está bien, aun así, podemos prevenir antes que ocurra:
Ten mucho cuidado al hacer movimientos repetitivos por encima del hombro.
No levantes mucho peso de forma brusca.
Fortalece de forma progresiva la musculatura que rodea al hombro y la musculatura dorsal.
Si tienes problemas en los hombros, evita practicar deportes de lanzamientos.
Haz ejercicios levantando los brazos u haciendo círculos amplios hacia un lado y otro para mantener la movilidad del hombro.
Si se siente un dolor intenso o que empeora, es recomendable acudir a un especialista que pueda realizar un examen físico para comprobar que no hay anomalías, hinchazón, deformidad, sensibilidad o debilidad muscular, y ver la amplitud de movimiento y la fuerza del hombro.
Todas las lesiones de hombro llevan asociado un círculo vicioso sintomatológico que siempre empieza con dolor y continúa con la falta de movilidad. El tratamiento con fisioterapia está enfocado a romper este círculo vicioso con ejercicios específicos encaminados a ganar la movilidad articular, el reentrenamiento y acondicionamiento a la actividad laboral y deportiva normal.