¿Qué significa el dolor de espalda al dormir?
El Dolor de Espalda nocturno aparece en la zona baja de la espalda (lumbares) al tumbarnos y descansar en la cama.
Aunque se trata de una dolencia común, no significa que sea normal. El Dolor de Espalda puede tener enormes consecuencias en tu vida, empezando por tu estado de ánimo, implicando mayores niveles de estrés, irritabilidad y descenso de la productividad.
Puede que sufras este problema desde hace tiempo y convivas con ello sin darle demasiada importancia y seguramente pensarás que un buen día te despertarás y el problema se habrá ido. Pero la realidad es que NO. Solo aplicando buenos hábitos y un buen tratamiento esta afección puede mejorar mucho tu descanso.
Quien sufre de Dolor de Espalda, no encuentra alivio al acostarse e incluso empeora, resultando casi imposible dormir.
¿Por qué nos duele la espalda cuando dormimos?
La causa del dolor de espalda nocturno no siempre está clara. Existen múltiples factores de riesgo que aumentan las posibilidades de sufrir este problema y, normalmente, se produce por un conjunto de factores que se dan a la vez, como:
Tu estado de salud general:
Tener sobrepeso, la edad, un estilo de vida sedentario, el esfuerzo físico continuado y extenuante o las enfermedades músculo esquelético como la escoliosis o hernias pueden empeorar tu situación a la hora de dormir.
Tu postura corporal:
La mala postura y ergonomía laboral, así como nuestra postura preferida para dormir, es algo difícil de cambiar, pero se pueden hacer ajustes para adaptar nuestra postura habitual a otra más favorable.
Tus elementos de descanso:
La firmeza del colchón de tu cama puede ser la culpable de tu dolor de espalda, literalmente. El motivo es que un mal colchón y una almohada inadecuados proporcionarán un soporte incorrecto, haciéndote adoptar posturas forzadas o antinaturales.
¿Cómo reducir el dolor de espalda al dormir?
Además del dolor que sufres por la noche, arrastras cansancio durante el día debido a la falta de descanso y es una situación cuando menos, incómoda. Por eso, te proponemos algunas acciones que puedes aplicar desde ya para solucionar este problema:
Cuida tu postura durante el día:
Haz lo posible por ser consciente de tu postura durante el día, mantén la espalda recta y corrige tu postura constantemente. De esta manera, evitarás sobrecargar la zona lumbar en exceso.
Si tienes que pasar muchas horas sentado, respeta tus descansos y levántate de vez en cuando para andar y realizar unos ejercicios de movilidad.
Cambia de posición al dormir:
Si duermes boca arriba. Con una almohada a nivel cervical con firmeza alta, respetaremos la curva natural en ese tramo de la columna.
Tumbado de lado. Si colocamos una almohada entre nuestras rodillas, evitamos que la cadera rote hacia delante y conseguiremos una postura más neutra.
Tumbado boca abajo. La almohada que pongas en la zona cervical, debe ser baja, para evitar el hiperextensión de la zona pues podría desencadenar lesiones.
Nuestro cuerpo y nuestra salud son una responsabilidad que nos acompañará toda la vida. Si cambias tus hábitos y el dolor no mejora, por favor, acude a un fisioterapeuta especializado.