¿Cuáles son las causas de los dolores articulares?
El dolor articular es bastante frecuente y dificulta el día a día de muchas personas, las molestias en forma de pinchazos, dolor agudo, rigidez e inflamación, imposibilitan la realización de muchas actividades y pueden llegar a afectar la calidad de vida, como el sueño y el hecho de tener un buen descanso.
Este dolor articular puede tener varias causas:
Causa traumática: cuando el dolor aparece tras un accidente, caída, golpe o impacto en la articulación. Los ejemplos incluyen esguinces, dislocaciones o tirones y torceduras.
Causa inflamatoria: el dolor surge de una parte inflamada de la articulación. Cuando toda la articulación está afectada, se llama artritis inflamatoria, y si afecta a los tendones, tendinitis.
Causa mecánica: el dolor es el resultado de la malformación o desgaste, suele comenzar después de los 50 años y afecta especialmente a los hombros, codos, muñecas, manos, caderas, rodillas y pies, es también una de las causas más comunes.
En todos los casos, si el dolor viene acompañado por hinchazón o enrojecimiento, empeora y persiste, sobre todo en casos de fiebre, debes consultar con un especialista con urgencia.
¿Cómo aliviar los dolores articulares?
A continuación, te recomendamos métodos que pueden ayudar a controlar mejor el dolor articular, y aplicar algunos de estos:
Fisioterapia. Un fisioterapeuta puede ayudar a restablecer la función de una articulación y enseñarte a aliviar el dolor con ejercicios específicos o dispositivos de asistencia.
Acupuntura. Supone colocar pequeñas agujas en puntos específicos del cuerpo y puede aliviar el dolor articular.
Ejercicio. Se ha demostrado que los ejercicios suaves y de elongación pueden reducir el dolor articular, fortalecer los huesos y los músculos que rodean las articulaciones, y aumentar la flexibilidad articular.
Calor y frío. Las compresas calientes o frías, las almohadillas térmicas o las bolsas de frío pueden ayudar a reducir las molestias del dolor articular.
5 ejercicios para reducir el dolor de las articulaciones
Las rutinas de ejercicio para reducir el dolor de las articulaciones pueden variar en cada persona. Si se trata de un dolor común, cualquier tipo de actividad física puede ser beneficiosa. Sin embargo, si hay lesiones o enfermedades, el entrenamiento debe estar adaptado a estas condiciones.
Actividades acuáticas: Tanto la natación como los aeróbicos acuáticos tienen muchos beneficios. Estas modalidades de ejercicio son de bajo impacto físico y permiten tener un rango de movimiento controlado, lento y seguro.
Taichi: Consiste en cambiar la postura a través de movimientos lentos y controlados que no sobrecargan ni tensionan las articulaciones principales. También, incrementa la flexibilidad y el equilibrio.
Yoga: Desde hace tiempo se recomienda como modalidad de ejercicio para reducir el dolor, esto aumenta la resistencia y favorece la movilidad.
Caminar: Caminar es la manera más simple de evitar los efectos del sedentarismo. Aunque no es el ejercicio más exigente, sí es una buena alternativa para reactivar la circulación y mejorar la movilidad.
Ciclismo: Montar en bicicleta varias veces a la semana puede reducir el dolor de las articulaciones y el riesgo de lesiones. Fortalece los músculos y aumenta la resistencia de las piernas. Sin embargo, puede ser poco recomendable a partir de cierta edad, sobre todo si la persona no está acostumbrada.